Pero ahora ¿cómo se hace, cómo saco esto de acá? ¿Cómo empiezo de nuevo? ¿Cómo perdono? ¿Cómo me perdono a mí además? ¿Cómo disfruto el juego? Y de pronto sintió un nudo en la garganta y sin embargo disfrutó.
Él le llamó aceptación a ese llanto sin consuelo y desde ahí transformó la rigidez del miedo cruel y paralizador en impulso motor.
Fue en busca de su esencia una y mil veces y encontró que ésta siempre mutaba, de forma, espacios, tiempos, todo acorde a la emoción del momento en que estaba.
Él le llamó aceptación a ese llanto sin consuelo y desde ahí transformó la rigidez del miedo cruel y paralizador en impulso motor.
Fue en busca de su esencia una y mil veces y encontró que ésta siempre mutaba, de forma, espacios, tiempos, todo acorde a la emoción del momento en que estaba.
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